¿Por qué se hace yoga descalzo?

En India, desde siempre, la gente se descalza antes de entrar a la casa, para no traer las bacterias, gérmenes y demás que hay fuera.

Pero no solamente por eso, también es por la vibración, la energía y se considera la casa como el pequeño templo donde habitas, al cual hay que cuidar y proteger de la energía negativa, pesada de la calle. Otro aspecto también es la invitación a dejar fuera de casa, las ocupaciones y preocupaciones para “estar” en casa.

Pero en una clase de yoga, además de lo mencionado antes, ¿por qué se es necesario quitarse hasta los calcetines?

En un sentido más espiritual, poder descalzarnos representa esa humildad que debemos recordar para con nosotros y para con el espacio que nos abre sus puertas. De esta manera, practicar sin calcetines es una forma de demostrar respeto y humildad, de desnudar nuestro ego, de darnos la oportunidad de sentir y honrar a la Madre Tierra que nos acoge en nuestra práctica.
Otra razón muy importante tiene que ver con el desarrollo de la propiocepción, esta aumentará cuando estás descalzo además de que podrás mejorar tu alineación y conciencia corporal. Podrás darte cuenta de cómo es tu pisada y como distribuyes el peso de todo tu cuerpo sobre los pies, lo que te permitirá corregir o mejorar ciertos vicios posturales.

Otro motivo tiene que ver con la sensibilidad que tienen las plantas de los pies, donde se dice que
están ubicadas alrededor de unas 7000 terminaciones nerviosas y muchos puntos reflejos.

Éstos son reciben un estímulo directo y ayudan a equilibrarse cuando se practica sin la barrera física que te aísla e imponen los calcetines. Practicar descalzo, además, te permite percibir mejor esa energía sutil y que fluya libremente acompañando todos los cambios que van sucediendo durante tu práctica, esa energía vital que todo lo impregna se moviliza y nos conecta con la Tierra.

A muchas personas no les gusta la apariencia de sus pies y se sienten incómodos o avergonzados, pero practicar descalzo es una buena oportunidad para aceptarlos tal y como son y es un buen comienzo a esa observación de la mente y sus pensamientos, en sus juicios hacía si mismo y los demás.

En Ananta espacio de yoga quitarse los zapatos antes de entrar a la sala es obligatorio, pero quitarse los calcetines es «muy recomendable». Además contamos un suelo de tarima de madera natural, que te ayudará a optimizar esa conexión a Tierra, que tanta falta nos hace en este estilo de vida que llevamos rodeados de tanto concreto y aparatos electrónicos.

Namasté

Glaci. (Gauri)

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